viernes, 6 de marzo de 2009

MULTIPLICIDAD DE DEFINICIONES Y CONCEPTOS

Por : Francisco Miro Quesada Rada(°)


El intento de comprender y precisar en forma analítica, crítica y rigurosa la acción humana e interacción social que conocemos como política no es una aventura reciente, pues se remonta a la antigüedad clásica.

A través de la historia encontramos una serie de apreciaciones sobre política en pensadores de genial dimensión como Platón, Aristóteles, Séneca, Polibio, Maquiavelo, Santo Tomás, Hobbes, Bodin, Lecke, Suárez, Belarmino. Montesquieu, Rosseau, Tosqueville, Marx, Stuart Mill, Lenin, Bertrand Bussell y otros.

Platón decía que la política es la "ciencia regia", Aristóteles, sostenía que era una mixtura institucional y social.

Siendo la acción política objeto de estudios cada vez más especializados, los pensadores modernos que se preocupan por el tema en la gran mayoría son científicos políticos, aunque hay también sociólogos, economistas, juristas y filósofos, al igual que sus antecesores clásicos han planteado una serie de definiciones y elaborado diversos conceptos que a continuación exponemos:

En uno de sus múltiples ensayos, "La Política como vocación", el famoso sociólogo alemán Max Weber sostiene que la política es "sólo dimensión, o la influencia sobre la dirección de una asociación política" (1). Según el tratadista germano, política significa esfuerzo por compartir el poder, o esfuerzo para influir sobre la distribución del poder, ya sea entre Estados o entre grupos dentro de un Estado. Observa Weber, que "los que actúan en política luchan por el poder, bien para servir otros fines, ideales o egoísmos o bien como "poder por el poder"; es decir, para disfrutar de la sensación que proporciona el poder (2). Con estas palabras Weber está señalando un elemento esencial de la política : su naturaleza agonal (3).

La política es lucha por el poder. Los móviles que dan sentido a esta lucha son variados. Pueden ser fines nobles como la toma y doma del poder para liberar a los pueblos de la dominación y explotación de los poderosos; pueden ser fines innobles como la captura del poder con el solo y único afán de gozar de las prebendas, privilegios y prestigio que éste ofrece.
Una de las notas esenciales del poder - según Weber -es la dominación, que se sustenta en el uso de la fuerza física, de la represión, y del cuadro administrativo (burocrático-administrativo), que garantizan el establecimiento de un statu-quo determinado.

Maurice Duverger, politólogo francés, medita sobre la política como "ciencia del poder" y como "ciencia del Estado" y aunque estima importante considerar al Estado, por ser una estructura fundamental en donde actúa y se desenvuelve la vida política, se pronuncia a favor de la política como "ciencia del poder". Señala Duverger que la política, su significado y naturaleza, es siempre ambivalente. Para demostrarlo da un ejemplo partiendo del mito romano del dios Jano, al sostener que "la imagen de Jano, el dios de las dos caras, es la verdadera representación del Estado y la expresión más profunda de la realidad política" (4).

Para dicho científico-político galo, la política como organización institucional (Estado) y como realidad social (política práctica) es lucha e integración. Ello es así porque el Estado, institución de poder a través de la historia, no es sólo un instrumento de dominación sino también de integración que intenta asegurar "cierto orden social".

La tesis de comprender la política como realidad social e institucional organizada es expuesta, con meridiana claridad, por el politólogo norteamericano David Easton, para quien la política es una "forma de hacer" que se traduce en actividades grupales (partidos políticos, grupos de presión) y en formas de gobierno que establecen medidas de interés para el conglomerado social. En Easton siempre encontraremos una identificación de la política con la autoridad, al sostener que "se hace política o luchan los diferentes grupos para influir en el tipo de medidas de carácter autoritario" (5). Luego, a este concepto agrega lo siguiente : "Si fuera a resumir el concepto de política inspirado en nuestro sentido común probablemente tendría la siguiente forma : la vida política se refiere a toda actividad que influye de manera importante en el tipo de medida autoritaria que adopta una sociedad y la forma en que la pone en práctica" (6).

Para David Easton "la vida política es un sistema de conducir, incorporado a un ambiente a cuyas influencias está expuesto al sistema político mismo, que a su turno reacciona frente a ellos" (7).

Esta concepción de Easton no se limita a admitir que la política es un "sistema de conducta" y que se trata de un "Sistema aislado", es decir, cerrado. Por el contrario, desde el punto de vista de Easton, la vida política es un sistema abierto, expuesto a la influencia de otros sistemas y rodeado de los ambientes físico, biológico, social y psicológico. Más aún, Easton no se queda allí: pretende ir más lejos al sostener que el sistema político, en sí toda la vida política, tiene capacidad de autorregulación para responder a las perturbaciones que lo engloban, de manera que tiene una especie de capacidad de adaptación.

De la visión eastoniana de la política se desprende la siguiente conclusión: "los sistemas políticos acumulan gran cantidad de mecanismos mediante los cuales pueden tratar de enfrentarse a sus ambientes. Gracias a ellos son capaces de regular su propia conducta, transformar su estructura interna y hasta llegar a remodelar sus metas fundamentales. Pocos sistemas, aparte de los sociales, gozan de esta posibilidad (8).

Hemos hecho un breve comentario de las tres más importantes definiciones que se han dado sobre política en los últimos años; pero sin duda dentro de este período hay otras muy importantes que no se pueden descartar y que vamos a indicarlas, si bien no es nuestro propósito analizarlas en estas líneas como hemos hecho con las de Weber, Easton y Duverger.

"Política es la actividad humana fundada en intereses justificados ideológicamente, que pretende conseguir objetivos valederos para toda la comunidad mediante el ejercicio del poder público organizado y el flujo sobre él" (Pablo Lucas Verdú).

"Un sistema político es cualquier patrón persistente de relación interhumana que englobe, en un significado extenso, el poder, la regla y la autoridad" (Robert Dahl) (10).

"La política es la toma de decisiones por medios públicos" (Larl W. Deutsch) (11).

"Por política entendemos el conjunto que se establece entre individuos y grupos animados de deseos contradictorios y de relaciones estables de autoridad y de dependencia" (Francoise Parroux) (12).

En estas definiciones encontramos conceptos que son propios de la acción política como poder, decisión, autoridad, interés, ideología, acción grupal, dependencia.

Hay politólogos que prefieren abstenerse de dar una definición sobre política, porque consideran que el término es ambiguo e impreciso, Así lo cree, por ejemplo, Robert Murphy al afirmar que hay dificultades en dar una definición única y omnicomprensiva de política; y Beiley, quien está más preocupado por comparar la política con el juego, porque sostiene que ambos se mueven dentro de ciertas reglas.

Los soviéticos Yákivlev, Bieglov, Bikkenin, Brutents, Kelle, Okorelov, Vólkov, Petrenko y Zeglandin, quienes parten de la concepción de Lenin sobre la política, sostienen que "la política es la expresión concentrada y la culminación de la economía". (13).

Los politólogos soviéticos admiten que la política tiene una relativa independencia de la economía, y también la capacidad para influir sobre ella.

Consideran que, por ser la expresión concentrada de la economía, depende de ésta, porque sirve para mantener y sostener un régimen. La política es una superestructura de lo económico, que es la base de lo social.

La concepción marxista de política vincula correctamente la acción política con la acción económica y está atenta a sus interrelaciones.

Así como hay diferencias de regímenes políticos y existen diferentes regímenes económicos, la sociedad se diferencia siempre en ambos regímenes.

La concepción soviética de la política es clásica y está fuertemente ligada a las interpretaciones que ha hecho Lenin sobre ella.

Otras interpretaciones marxistas de la política distinguen la política de los políticos; distingo que también hacen politólogos "no marxistas" como Jiménez de Parga y Burdeau. Desde la perspectiva marxista, lo político se reduciría al Estado: es pues, la superestructura jurídico-política del Estado; en cambio, la política es la práctica política de clase.

Nicos Poulantzas diferencia con acierto la organización política de la práctica. Dice que mientras la primera es una superestructura, la segunda es la acción conflictual. En este caso, la política como acción humana es lucha de clases. Esta idea coincide con las de Marx y Engels, quienes sostienen en "El Manifiesto Comunista" que "toda la lucha de clases es una lucha política" (14).

Para Poulantzas, la política y la historia están íntimamente ligadas. La política es la expresión de una práctica social, de una acción dinámica. La práctica política como expresión de la dinámica política, en el devenir histórico ligado a las luchas de clases, haría de la política una ciencia revolucionaria orientada a los cambios profundos de la sociedad.

Sostiene Mihailo Markovic que la política es la "realización de todas aquellas actividades y la toma de todas aquellas decisiones mediante las cuales son regulados y dirigidos los procesos sociales públicos esenciales" (15).

Este filósofo yugoslavo estima que en la política hay dos formas de realización y manifestación. Por una parte, es actividad y, por otra, es decisión. La actividad y la decisión tienen una función de regulación y dirección de los procesos políticos. La política es un mecanismo de regulación del comportamiento inter-subjetivo y de los conflictos sociales. Partiendo de Marx, Markovic señala los rasgos esenciales de la política como forma de deshumanización y despersonalización. Las formas de alienación política según Markovic serían:

a. El hombre pierde el control de las instituciones políticas, del Estado, del partido, que él mismo ha creado y que funcionan en su nombre.

b. En una sociedad burocrática (entiéndase contemporánea) el hombre se aliena respecto a los demás, tanto si pertenece a los dominadores como a los dominados. En la elección de aquéllos con quienes desearían mantener relaciones estrechas, no tiene fundamental importancia para él quién sea el otro hombre sino qué función ejerce.

c. En la sociedad burocrática la actividad política deja de ser creadora.

d. Todas estas condiciones llevan a la ruptura total entre la existencia política del hombre y su esencia auténtica posible.

Es significativo, por otra parte, el aporte de los politólogos argentinos para la comprensión de la política. Según Carlos A. Floria "la política" es una dimensión constitutiva del hombre, de modo que no se puede proponer no tener un comportamiento político o ser apolítico, porque de alguna forma ello es una posición política" (16). Entiende Floria que la política se ocupa del poder, que es un fenómeno intrínsecamente político.

El planteamiento de Floria nos parece correcto. Las posiciones apolíticas son políticas en la medida en que evitan el desenvolvimiento dinámico de la política y contribuyen al mantenimiento de las injusticias sociales en un sistema. Esta posición "apolítica" tiene las características propias del pensamiento y conducta totalitarios y reaccionarios, que intentan encapsular la vida política dentro de marcos institucionales y categorías ideológicas consideradas inmutables. Las posiciones apolíticas contribuyen al mantenimiento del sistema y en tal sentido son conservadoras. Ven un peligro en la difusión de ideas distintas a las del sistema imperante y en conflicto social.

Ello sucede frecuentemente con las corrientes tecnocráticas, administrativas y burocráticas que pretenden desvincular la ciencia y la técnica de la política, haciéndolas vivir en compartimientos distintos como si el ejercicio del poder no fuera el producto de una técnica orientada a inclinar voluntades, que con acierto llama Mario Justo López, aspecto formal de la política.

También nos parece correcto el planteamiento de Floria sobre las dimensiones políticas, pues la característica de toda relación de poder es la de mando-obediencia, que se produce a consecuencia de los mecanismos que utilizan los grupos de poder dominantes para inclinar voluntades, a fin de poner en práctica un proyecto político determinado. Estos mecanismos de poder son: la Fuerza Armada, la ley positiva y los sistemas educativos y propagandísticos; reflejo de la mezcla de tres elementos claves en toda política formal de dominación: fuerza, Derecho e ideología.

Según Jorge Venossi, "cuando se hace política se está creando o se está tratando de reemplazar un sistema de lealtades por otro " (17).

Estas lealtades pueden ser hacia las ideas, hacia los hombres o hacia los intereses. Para que la política funcione bien estas tres lealtades deben interrelacionarse, pues de no ser así se produciría el descalabro. La política como acción no es sólo lucha; es proyecto y construcción de estructuras sociales y de Instituciones. De allí que es más importante el político fundador que el conductor, sostiene Vanossi. El político fundador y visionario es escaso. Por lo general, la vida política cotidiana favorece a los conductores.

Luis R.M. Dellera Jofré sostiene que la acción social se convierte en acción política cuando su finalidad es el poder. Para este científico-político argentino "el fenómeno social se trasmuta en política recién cuando el objetivo último perseguido es posible de ser merituado como finalidad de poder" (18). Agrega luego que "la relación así generada se interesa en provocar presión a full de uno de los términos sobre otro; en tratar de alterar la voluntad, en pretender modificar la conducta: el emisor puede intentar o transformar la relación social en relación de poder definitivo, o utilizar para adquirir, conservar, aumentar o disminuir su propio poder " (19).

De estas observaciones se desprende que las relaciones sociales, tal como sostiene Puolantzas, Onofri y Pissorno, son relaciones de poder. Su característica principal, la de inclinar voluntades y conductas para poner en práctica un proyecto político, es consecuencia de la dinámica de la sociedad en su faz agonal y arquitectónica.

El planteamiento de Mario Justo López.

Mención especial y estudio detenido merece el planteamiento que hace el politicólogo y jurista argentino Mario Justo López. El considera que la política es un término de difícil definición por su naturaleza múltiple, polifacética, variable, simbólica y multirrelacionada. Para López, la política es una realidad plenaria en donde interactúan una serie de elementos que constituyen las diversas fases de la misma.

Como realidad polifacética, la política tiene una fase estructural, otra dinámica, una agonal y otra arquitectónica.

Sostiene dicho profesor argentino que "la actividad política no se desarrolla en el vacío, no tiene sentido sino como relación interhumana, y tal relación implica una estructura que se presenta como jerarquizada, existente entre los seres humanos, que permite a los unos inclinar la voluntad de los otros. Esa estructura, aunque puede presentarse, a veces, muy débil y fluida, ofrece siempre una tendencia natural a traducirse en instituciones políticas-órganos y normas- con vocación de orden y estabilidad (20).

Si concebimos la estructura social como el conjunto de grupos que desempeñan roles y funciones, que son complementarios y diferenciados dentro de una relación jerarquizada, no cabe duda que la política acontece en ella como actividad humana y relación interhumana. Las diferencias en la organización funcional de las estructuras son las que determina, en gran medida, la jerarquización y el ejercicio del poder político. Es una secuencia de órdenes verticales entre las diversas instancias institucionales de la estructura.

Así, quienes desempeñan roles y funciones de más alto nivel en la estructura social son aquéllos que tienen mayor capacidad de decisión para encausar el comportamiento individual y social.

La estructura social vendría a ser el terreno en donde se desenvuelve la acción política, pero ésta no es un terreno baldío : es un terreno organizado, debidamente planeado a través de las instituciones. La revolución social consistiría en la ruptura de la estructura jerarquizada de dominación y de poder y el cambio de una estructura por otra en donde no existan jerarquías y los roles sean funcionales.

La actividad política que opera dentro de la estructura social es dinámica y está en constante movimiento y cambio. La actividad en la política tiene como principal fin la captura del poder político, o en otros términos, de los roles y funciones que permiten el ejercicio de ese poder. Al respecto Mario Justo López sostiene que la política como "actividad, tiende inmediatamente a la conquista y conservación de los cargos o roles, o también, caso contrario, a resistir la actividad desplegada desde ellos. En tal sentido la faz dinámica de la política traduce una vocación de movimientos y cambio" (21).

Los participantes en la acción política que actúan dentro de la estructura y en relación dinámica, entran en conflicto por razones de orden ideológico, social y personales, es decir que entre ellos se produce una lucha por conquistar o conservar el poder. A esta lucha se le denomina faz agonal. Indica López que "esa competencia, esa lucha por la conquista, y en un momento, por la conservación de los cargos y roles, forma parte de la faz agonal de la Política" (22).

En la faz agonal, la lucha puede darse dentro de los cruces normativos e institucionales establecidos en la estructura social. En tal sentido, los grupos antagónicos actúan dentro de los límites señalados por la ley. Esto sucede, por ejemplo, en la democracia representativa y competitiva, o también en las monocracias. Pero la lucha puede extenderse más allá de los cauces normativos e institucionales llegándose a la "destrucción organizada", como dice Mannheim, a través de la guerra revolucionaria, o a través de medidas revolucionarias que paulatinamente van mellando y desdibujando el orden institucional de una estructura social. El fenómeno de la influencia, tan frecuente en política, también desempeña una función importante como elemento integral de la faz agonal.

El acto de influir es diferente al acto de capturar el poder. A los grupos de influencia y de presión no les interesa capturar el poder para ejecutar un proyecto político determinado, sino por el contrario, persiguen modificar las medidas y las conductas de quienes ocupan roles y funciones en las instituciones de la estructura social, para que éstos tomen medidas a favor de sus intereses.

Los grupos de presión y de influencia se valen de una serie de medidas para llevar a la práctica sus objetivos. Desde el chantaje, pasando por los medios de comunicación o utilizando relaciones directas de contacto cara a cara con quienes ejercen el poder.

La realidad política, que es agonal y que opera dentro de una estructura social, tiene, por último, la faz arquitectónica. No cabe duda que de alguna manera los hombres elaboran "modelos" de organización social y que luego luchan para llevarlos a la práctica.

De allí que la política sea también organización, conducción y administración del comportamiento individual y colectivo. La ejecución de un proyecto determinado impone una secuencia de pasos aparentemente prefijados, que pasan de la simple concepción teórica del modelo, a la planificación, organización y control de la sociedad. Así los políticos que ponen en acción "su modelo" son arquitectos o ingenieros sociales, hombres eminentemente prácticos, ejecutores de un plan determinado. López dice que la faz arquitectónica "es la actividad creadora, constructora, conductora, integradora, sin que estos calificativos importen en modo alguno, juicios de valor" (23). Lo que debe admitirse es la necesidad de organizar la sociedad. El problema consiste en saber cuál de los "modelos" propuestos es el más adecuado.

La realidad política es variable, cambia en el tiempo; con los hechos políticos, al igual que los hechos históricos, no se repiten de igual manera.

No obstante, habría que buscar ciertas constantes de regularidad cíclica que nos permitan precisar objetivamente leyes de la política aplicadas en todas las épocas de la historia. Quizás el desgaste progresivo de los sistemas políticos, el desgaste de los gobiernos y las revoluciones, se repiten a pesar de sus diferencias y, en tal sentido, podrían formularse leyes de esta naturaleza que sean universales para todas las épocas y para todos los casos posibles.

Por último, la realidad política es una realidad simbólica. La ideología, como concepción del mundo y como expresión de clase social, determina el comportamiento social y político. Los hombres crean una serie de teorías para justificar la posición privilegiada que ocupan en la estructura social. Incluso, llegan a afirmar que la situación es objetiva, racional y científica.

El elemento subjetivo juega un papel importante en la vida política y esta subjetivación conduce a internalizar una visión determinada como un fenómeno universal, válido e inmovible. Lo ideológico y lo político están íntimamente ligados, y muchas veces las ideas que tenemos sobre las cosas no son la fiel expresión de su objetividad sino el reflejo de una deformación de la realidad.

La sociedad política está organizada en función de esas ideas, y el agente sujeto de la política, el hombre político, actúa en función de valores internalizados, como expresión del proceso de socialización del comportamiento.

A la adecuación de las conductas, al conjunto de ideas rectoras que justifican un "modelo político", se le llama proceso de ideologización.

Rasgos característicos de la política.

A continuación como resúmen y utilizando todo lo expuesto, vamos a señalar los rasgos característicos de la política. Creemos que son constitutivos los rasgos siguientes:

a. La política es parte de la realidad social y está inmersa en ella.

b. La política es actividad humana interrelacionada.

c. La política es la expresión del ejercicio del poder coactivo físico dentro del proceso de decisiones de efectos colectivos.

d. La política es una actividad dinámica y agonal.
Se basa fundamentalmente en la lucha por el poder político y en los diversos intereses ideológicos y materiales que expresa acción humana.

Teniendo en cuenta las anteriores características, podemos intentar una definición de Política:

La política es una actividad humana y una relación Inter-humana que acontece en una estructura social, dinámica y agonal; la misma que, dentro de una medida significativa del ejercicio del poder físico coactivo que manifiesta aspiraciones ideológicas para poner en práctica un modelo societal, afecta el comportamiento colectivo con el fin de inclinar voluntades, de una manera eficaz.

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CITAS


(1) WEBER, Max. "La política como vocación". En ensayos de sociología Max Weber. Ed. Martínez Roca, España, 1972, págs. 97-98.

(2) Op. Cit., pág. 99.

(3) Agonal ; Término que se deriva del vocablo agón, que quiere decir lucha, de donde proviene también la palabra agonía.

(4) DUVERGER, Maurice. Introducción a la Política, Ed. Ariel, Caracas Barcelona, 1967, pág. 16.

(5) EASTON, David. Política moderna. Ed. Letras, México, 1968, pág. 132.

(6) Op. Cit. pág. 133.

(7) EASTON, David. Enfoques sobre teoría política. Ed. Amorrortu, Bs. As., 1969, pág. 217.
(8) Op., cit., pág. 218.

(9) LUCAS VERDU, Pablo, Principios de ciencia política. Tomo II. Ed. Tecnos, Madrid, 1973, pág. 178.

(10) DAHL, Robert. Modern Political Analysis. Ed. "Fundations of Modern Political Science. Series, 1965, pág. 6.

(11) DEUTSHC, Karl. Política y gobierno. Ed. F. E., México, 1976, pág. 20.

(12) FERROUX, Francoise. Pouvoir et Economie. Ed. Bordes, París Bruxelles-Montreal, 1973, pág. 3.
(13) YAKOVLEV, A. y otros. Conocimientos políticos básicos Ed. Progreso, Moscú, 1975, pág. 18.

(14) MARX, Karl y ENGELS, Federico. "El Manifiesto Comunista". En Grandes pensadores políticos. William Ubenstein. Ed. Revista de Occidente, Madrid, 1975, pág. 847.

(15) MARKOVIC, Mihailo, Dialéctica de la praxis. Ed. Amorrertu, Ba. As. pág. 20.

(16) FLORIA A., Carlos. "La política". En la Argentina posible. Ed. Belgrano, Bs. As., 1976, pág. 207.

(17) VANOSSI, Jorge. "La política". En la Argentina posible. Ed. Belgrano. Bs. As. 1976, pág. 211.

(18) DOLLERA JOFRE, Luis. Manual de Ciencia Política. Ed. Abeledo Perrot, Bs. As. 1971, pág. 25.
(19) Op. cit., pág. 25.

(20) LOPEZ, Mario Justo. Introducción a los estudios políticos Vol. I : Teoría Política. Ed. Kapelusz, Bs. As., 1969, pág. 34.

(21) Op. cit., pág. 35.

(22) Op. cit., pág. 35.

(23) Op. cit., pág. 36.

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